ICEX España Exportación e Inversiones, en colaboración con la asociación amfori, ha organizado este viernes el webinario “Preparando a las empresas para el nuevo marco de la Debida Diligencia en Derechos Humanos 2020”, una jornada que ha tenido por objeto capacitar a las empresas para el nuevo marco legal en derechos humanos que se abre en la Unión Europea.
Con el fin superar la proliferación de leyes nacionales y lograr un mayor impacto a gran escala, los esfuerzos en el marco de la diligencia debida en materia de derechos humanos deben racionalizarse. La UE está en la mejor posición para trabajar en la creación de un marco sólido, coherente y predecible para las empresas, dada su influencia y el papel de liderazgo en el avance del comercio sostenible y la agenda de derechos humanos a través de su política de comercio e inversión.
A través de esta jornada, se ha tenido la oportunidad de conocer y debatir el nuevo marco de la debida diligencia impulsado por la UE y su aplicación en España, desde diferentes perspectivas y de la mano de los actores directamente involucrados en su desarrollo. Con este fin, ICEX y amfori han reunido a un grupo de expertos que han dado las respuestas y herramientas para este gran desafío.
El impacto de la pandemia del COVID-19 no puede suponer una vuelta atrás. Incluir la debida diligencia en derechos humanos es la única vía para conseguir una conducta empresarial responsable para asegurar la continuidad del negocio cuando sea viable y para salvaguardar los derechos humanos y velar por la prosperidad en las cadenas de valor mundiales.
Apoyar los derechos humanos contribuye a la competitividad
La jornada ha sido inaugurada por la consejera delegada de ICEX, María Peña, y por el presidente de amfori, Christian Ewert.
En su intervención, la consejera delegada de ICEX ha destacado que “hemos hecho nuestro el discurso de la Agenda 2030 de que una empresa que introduce en el centro de su estrategia el impacto social y medioambiental que genera es más competitiva” y por tanto “tiene mayores posibilidades de éxito en el mercado internacional”.
En este contexto, María Peña ha señalado “la importancia de la iniciativa de la UE, avanzando firmemente hacia un marco normativo sólido, coherente y predecible de debida diligencia en materia de derechos humanos y medioambiente”.
Asimismo, ha subrayado que “si esto era cierto antes del COVID-1 9, ahora tiene que serlo aún más”, exponiendo que “la cercanía y la inclusión en toda la cadena de valor reforzará nuestra capacidad de reacción ante cambios e incertidumbres y hará a la empresa más competitiva y más resiliente”.
Por su parte, el presidente de amfori, Christian Ewert, ha señalado que “en los últimos años han ido apareciendo diferentes leyes de debida diligencia. Y si bien es cierto que surgen con puntos en común, la variedad de enfoques en las mismas plantea un problema para las empresas que operan en varios mercados, como muchos miembros de amfori, y seguro que también entre los oyentes, y especialmente para las PYMEs, puesto que el mosaico de iniciativas está generando una carga para sus negocios y cadenas de suministro ”.
En este sentido, el presidente de amfori ha destacado la importancia de “un estándar armonizado a nivel europeo, que facilitaría mucho el comercio a escala internacional y sería una oportunidad para Europa de dar un ejemplo de solidaridad.”
La jornada ha contado con ponentes de referencia en materia de derechos humanos como Verónica Torres, miembro del Grupo de Investigación Empresa, Derechos Humanos y Medio Ambiente de la Universidad de Greenwich y Gerardo Ríos, miembro y portavoz del Equipo de Empresas de Amnistía Internacional.
También han participado Cristina Sánchez, directora ejecutiva de la Red Española de Pacto Mundial y Marta Méndez, representante de la Oficina de Derechos Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.
Motor de desarrollo sostenible
El respeto de los derechos humanos es clave para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Al adoptar medidas para abordar los desafíos actuales, incluidos los impactos adversos sobre los derechos humanos, las empresas responsables demuestran su compromiso de generar un impacto social positivo. Incluir la debida diligencia en el centro de sus modelos de negocio, hace que las empresas no solo pueden gestionar mejor los riesgos de reputación y mejorar las relaciones con las partes interesadas, si no también pueden convertirse en un motor de desarrollo sostenible.