Fumiaki Takahashi y Alberto Ruiz-Gallardón

Shacho Kai participa en el evento de solidaridad con Japón del ayuntamiento de Madrid

Día: 24/03/2011

La tragedia japonesa se inició en un día marcado por el luto en la historia de la capital española: el 11-M

La asociación de empresas japonesas Shacho Kai, ha participado hoy en el evento de solidaridad con Japón del ayuntamiento de Madrid.

El alcalde Alberto Ruiz-Gallardón ha querido  manifestar la solidaridad de los madrileños con Japón, en la persona de su embajador, Fumiaki Takahashi. Ha sido en un acto, celebrado en la Galería de Cristales del Palacio de Cibeles, al que, entre otros, han asistido los portavoces municipales, miembros de la Corporación, y el presidente del Foro España-Japón, Josep Piqué , Tomás Zumárraga Presidente de la Asociación de Empresas Japonesas Shacho Kai y Javier Toledo, Vicepresidente de Shacho Kai, así como un buen número de representantes de empresas japonesas.

La gran magnitud del terremoto, que se ha saldado con 9.000 víctimas mortales, más de 13.000 desaparecidos y la desolación de amplias zonas del país, unida a la incertidumbre que provoca la amenaza radioactiva de la central de Fukushima, intensifican, en  palabras del alcalde madrileño, "nuestra solidaridad con un pueblo admirable, ejemplarmente digno, cívico y trabajador, que da cumplida prueba de veneración a sus mayores y protección a sus pequeños". Ruiz-Gallardón pidió a Takahashi-San que transmitiera esa solidaridad a todos sus compatriotas.

La tragedia japonesa se inició en un día marcado por el luto en la historia de la capital española: el 11-M. "Se cumplían siete años  de otro 11 de marzo -recordó Ruiz-Gallardón-,  el de los atentados de Madrid que llenaron de luto nuestra ciudad y nos recordaron lo que significa sufrir como consecuencia, entonces, no de las fuerzas de la Naturaleza, sino del odio que a veces albergan los seres humanos". "Sabemos -prosiguió-  que ese dolor como el recuerdo de aquellos a quienes perdimos, no se borra ni se atenúa, pero que hay también un modo de no sucumbir definitivamente a él: intentar vivir las vidas que las víctimas hubieran querido para sí y para los demás".

 


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