Masahiko Uotani

El reto de una firma global es llegar a diversas culturas

18-10-2016   Shacho Kai

El grupo japonés Shiseido, el quinto del mundo en el sector de los cosméticos, está en plena transformación para mejorar sus resultados y superar el bache que viene atravesando.

Tras un cierto estancamiento de sus ventas (sobre todo en su país natal), el grupo optó hace dos años por introducir un revulsivo: nombrar un presidente ejecutivo que no saliera de sus propias filas (lo nunca visto). Así llegó Masahiko Uotani, un japonés de 62 años muy americanizado, a la cúspide de la compañía en abril de 2014.

Uotani ha presentado recientemente su proyecto en París, una plaza cuidadosamente seleccionada. La capital francesa se ha convertido de su mano en la central del excelencia del grupo en el sector de las fragancias, en el que ya ha más que duplicado sus ventas (del 2% del total del mercado mundial al 5%) y en el que pretende alcanzar en cuatro años el 9%. La pérdida de la licencia de Jean-Paul Gaultier se ha compensado con creces con la adquisición de Dolce & Gab­bana, y dos de las sedes del grupo en Francia van a ser reforzadas. Nueva York se ha convertido en el centro del sector del maquillaje y el digital de Shiseido, mientras que el tratamiento de la piel sigue centralizado en Japón.

Masahiko Uotani estudió en la Universidad de Columbia, dirigió Kraft Foods y después fue el máximo ejecutivo de Coca-Cola en su país. En la presentación parisiense de sus logros y objetivos desgranó algunas de sus recetas: gestionar directamente la distribución en algunos casos, cerrar líneas no rentables en China, reducir gastos (que no plantilla, insiste) y aumentar las inversiones en investigación y marketing. En Tokio, el grupo construye el centro de investigación más grande del país, con una inversión de 400 millones de euros.

http://economia.elpais.com/economia/2016/10/14/actualidad/1476439378_363482.html


Volver